martes, 17 de noviembre de 2015

Un disparador.

Creo que encontré este disparador en el verano, en el blog de Aninko. Lo que tu escritorio piensa de noche.  Ligeramente se convirtió en otra cosa. Un escritorio tiene la palabra y es testigo.


Hace meses me lleno de cosas que no quiere acomodar, dice no tener tiempo.
En el rincón que esta al lado de la pared acumula papeles hace tanto tiempo que no puedo precisar el tiempo. 
A veces le agrega ropa; la limpia que no quiere doblar y guardar en el placard; la sucia esta tirada en el piso. Entre todos somos los muertos que se tiene miedo ir a reconocer a la morgue judicial, por si es un ser querido el que esta frió en la camilla tapado con una sabana blanca. 
Cuando ordenó la biblioteca me esperance con que luego llegaría mi turno. La biblioteca se rio de mi por iluso cuando apagó la luz y se fue a dormir esa noche. Al día siguiente me ignoró por completo, al siguiente y al otro...
A veces se me queda mirando con lastima, me doy cuenta. Sabe que estoy todo revuelto, que estoy lleno de polvo y que nos hace mal a los dos.
Ella sabe que la extraño.Adoraba que se sentará a hacer cualquier cosa: estudiar, dibujar, anotar ideas, escribir o pintar.
Sé que no puede más y por eso la perdono. 
EL otro día a la noche la escuché llorar, se levantó a buscar pañuelos descarta bles que creyó haber dejado encima mio. Tanteo a oscuras y no, no estaban, Los había dejado sobre la cómoda. A la mañana siguiente se levantó con los ojos hinchados, desayunó, se paró en medio de la habitación y miro todo al rededor: era un caos.
Empezó a correr todo desde la esquina de la escalera, limpio, prendió un incienso de vainilla ahí abajo- su hermana cree que hay mala energía- tiró papeles, ordenó cajones, siguió tirando y acomodó todo de nuevo. 
Luego llego mi turno ¡¡Mi turno!!!
Reviso papel por papel, cosa por cosa. Tiró algunas, le buscó un nuevo lugar a otras. Paso un trapo húmedo sobre mi superficie que solía ser blanca ¡y hasta me paso cif! Hace mucho que no tenía esa sensación.
La ventana que esta a mi lado la dejo abierta de par en par. La sensación era como la de respirar por primera vez.