Resulta que el miercoles pasado, mientrás eliminaba cientos de mails y archivos que ni me acordaba que tenía guardados encontre un texto y pense: lo voy a dejar para el post del encuentro blogger de mañana, que fue el jueves.
Cuando
las cabezas de las mujeres se juntan alrededor del fuego...
Alguien me dijo que no es casual...que desde siempre las elegimos.
Que las encontramos en el camino de la vida, nos reconocemos y sabemos que en algún lugar de la historia de los mundos fuimos del mismo clan.
Pasan las décadas y al volver a recorrer los rios esos cauces, tengo muy presentes las cualidades que las trajeron a mi tierra personal.
Valientes, reidoras y con labia. Capaces de pasar horas enteras escuchando, muriendose de risa, consolando. Arquitectas de sueños, hacedoras de planes, ingenieras de la cocina, cantautoras de canciones de cuna.
Cuando las cabezas de las mujeres se juntan alrededor de un fuego, nacen fuerzas, crecen magias, arden brasas, que gozan, festejan, curan, recomponen, inventan, crean, unen, desunen, entierran, dan vida, rezongan, se conduelen.
Ese fuego puede ser la mesa de un bar, las idas afuera en vacaciones, el patio de un colegio, el galpón donde jugábamos en la infancia, el living de una casa, el corredor de una facultad, un mate en el parque, la señal de alarma de que alguna nos necesita o ese tesoro incalculable que son las quedadas a dormir en las casas de las otras.
Las de adolescentes después de un baile o para preparar un examen o para cerrar una noche de cine. Las de venite el sábado porque no hay nada mejor que hacer en el mundo que escuchar música y hablar, hablar y hablar hasta cansarse. Las de adultas a veces para asilar en nuestras almas a una con desesperanza en los ojos y entonces nos desdoblamos en abrazos, en mimos, en palabras para recordarle que siempre hay un mañana. A veces para compartir, departir, construir, sin excusas, solo por las meras ganas.
El futuro en un tiempo no existía. Cualquier mayor de 25 años era de una vejez no imaginada...y sin embargo...detrás de cada una de nosotras, nuestros ojos.
Cambiamos. Crecimos. Nos dolimos. Parimos hijos. Enterramos muertos. Amamos. Fuimos y somos amadas. Dejamos y nos dejaron. Nos enojamos para toda la vida, para descubrir que toda la vida es mucho y no valía la pena. Cuidamos y en el mejor de los casos nos dejamos cuidar.
Nos casamos, nos juntamos, nos divorciamos o no...
Creimos morirnos muchas veces y encontramos en algún lugar la fuerza de seguir.
Pasamos noches en blanco, noches en negro, noches en rojo, noches de luz y de sombras. Noches de miles de estrellas y noches desangeladas.
Hicimos el amor y cuando correspondío también la guerra. Nos entregamos. Nos protegimos. Fuimos heridas e inevitablemente, herimos.
Entonces...los cuerpos dieron cuenta de esas lides pero todas mantuvimos intacta la mirada. La que nos define, la que nos hace saber que ahí estamos, que seguimos estando y nunca dejamos de estar.
Porque juntas construimos nuestros propios cimientos, en tiempos en donde nuestro edificio recién se empezaba a erigir.
Somos más sabias, mas hermosas, mas completas, mas plenas, mas dulces, mas risueñas y por suerte de alguna manera, mas salvajes.
Y en aquel tiempo también lo eramos, solo que no lo sabíamos. Hoy somos todas espejos de las unas y al vernos reflejadas en esta danza cotidiana, me emociono.
Porque cuando las cabezas de las mujeres se juntan alrededor del fuego, que deciden avivar con su presencia, hay fiesta, misterio, tormenta, centellas y armonía. Como siempre. Como nunca. Como toda la vida.
( Simone Seija Paseyro, Uruguaya, 45 años )
(la foto la tomamos prestada del FB de Lila)
Alguien me dijo que no es casual...que desde siempre las elegimos.
Que las encontramos en el camino de la vida, nos reconocemos y sabemos que en algún lugar de la historia de los mundos fuimos del mismo clan.
Pasan las décadas y al volver a recorrer los rios esos cauces, tengo muy presentes las cualidades que las trajeron a mi tierra personal.
Valientes, reidoras y con labia. Capaces de pasar horas enteras escuchando, muriendose de risa, consolando. Arquitectas de sueños, hacedoras de planes, ingenieras de la cocina, cantautoras de canciones de cuna.
Cuando las cabezas de las mujeres se juntan alrededor de un fuego, nacen fuerzas, crecen magias, arden brasas, que gozan, festejan, curan, recomponen, inventan, crean, unen, desunen, entierran, dan vida, rezongan, se conduelen.
Ese fuego puede ser la mesa de un bar, las idas afuera en vacaciones, el patio de un colegio, el galpón donde jugábamos en la infancia, el living de una casa, el corredor de una facultad, un mate en el parque, la señal de alarma de que alguna nos necesita o ese tesoro incalculable que son las quedadas a dormir en las casas de las otras.
Las de adolescentes después de un baile o para preparar un examen o para cerrar una noche de cine. Las de venite el sábado porque no hay nada mejor que hacer en el mundo que escuchar música y hablar, hablar y hablar hasta cansarse. Las de adultas a veces para asilar en nuestras almas a una con desesperanza en los ojos y entonces nos desdoblamos en abrazos, en mimos, en palabras para recordarle que siempre hay un mañana. A veces para compartir, departir, construir, sin excusas, solo por las meras ganas.
El futuro en un tiempo no existía. Cualquier mayor de 25 años era de una vejez no imaginada...y sin embargo...detrás de cada una de nosotras, nuestros ojos.
Cambiamos. Crecimos. Nos dolimos. Parimos hijos. Enterramos muertos. Amamos. Fuimos y somos amadas. Dejamos y nos dejaron. Nos enojamos para toda la vida, para descubrir que toda la vida es mucho y no valía la pena. Cuidamos y en el mejor de los casos nos dejamos cuidar.
Nos casamos, nos juntamos, nos divorciamos o no...
Creimos morirnos muchas veces y encontramos en algún lugar la fuerza de seguir.
Pasamos noches en blanco, noches en negro, noches en rojo, noches de luz y de sombras. Noches de miles de estrellas y noches desangeladas.
Hicimos el amor y cuando correspondío también la guerra. Nos entregamos. Nos protegimos. Fuimos heridas e inevitablemente, herimos.
Entonces...los cuerpos dieron cuenta de esas lides pero todas mantuvimos intacta la mirada. La que nos define, la que nos hace saber que ahí estamos, que seguimos estando y nunca dejamos de estar.
Porque juntas construimos nuestros propios cimientos, en tiempos en donde nuestro edificio recién se empezaba a erigir.
Somos más sabias, mas hermosas, mas completas, mas plenas, mas dulces, mas risueñas y por suerte de alguna manera, mas salvajes.
Y en aquel tiempo también lo eramos, solo que no lo sabíamos. Hoy somos todas espejos de las unas y al vernos reflejadas en esta danza cotidiana, me emociono.
Porque cuando las cabezas de las mujeres se juntan alrededor del fuego, que deciden avivar con su presencia, hay fiesta, misterio, tormenta, centellas y armonía. Como siempre. Como nunca. Como toda la vida.
( Simone Seija Paseyro, Uruguaya, 45 años )
(la foto la tomamos prestada del FB de Lila)
Hola Georgi te quiero desear muchas felicidades en este dia de San Valentin a ti y a todos tus seguidores y visitantes, que todos los dias sea un dia de San Valentin, que cada dia puedan renovar en sus vidas el sentimiento de amor y carino que los une a las personas que aman...me encanta tu entrada porque me recuerda tantos momentos hermosos compartidos en la vida,gracias por estar ahi trayendo siempre tus sentimientos y compartirlos aqui...un abrazo!!
ResponderEliminarMayra que limdas palabras!!!
Eliminarojala para vos también todos los días sean San Valentín!
Ay pero qué lindo poema! Siempre las escritora suruguayas me hacen emocionar
ResponderEliminarqué lindooo!
cómo me lo perdí!
un beso grande Georgi! Qué linda slaiste en la foto =)
c.
ojala puedas venir la proxima!! :)
EliminarQue lindo texto! Quiero saber como les fue!
ResponderEliminaryo quede encantada, para resumirlo
EliminarLila hizo un post muy lindo :)
Geniales palabras! y que buen encuentro, me sumo al proximo seguro!
ResponderEliminarbeso!
Hola Georgi!, ahora con tiempo te paso a saludar! Que lindo poema, y que lindo encuentro no?. Un beso!.
ResponderEliminarLindas todas!!
ResponderEliminarGeorgi, al fin encontré tu blog!! Ahora me pongo a leer un rato...
ResponderEliminarBesos, me encantó conocerte!