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Estabas ahí parado,como siempre.
Diciendo cosas que me interesaban escuchar sin darme cuenta que me eran significativas.
Muchas palabras, muchas risas, muchas cosas compartidas.
Un sueño repentino, repetido y algunos gestos me hicieron empezar a dudar.
El día más triste del año pasado, supiste que hacer conmigo.
Me sentí cuidada, de repente, sin esperarlo.
Voy a sentirme agradecida por ese gesto siempre.
Aunque todavía no te lo haya dicho nunca,
a menudo nunca parece ser el momento correcto para decirlo.
Pasaron cosas extrañas que no supimos poner en palabras.
Las miradas que cruzamos a partir de ahí son un cumulo de palabras que quieren salir, pero no.
Y las que salen, son como dardos venenosos.
Todo es extraño.
A veces quiero charlar como antes, y caigo a cuentas que te extraño.
Desordenaría todas las palabras, las dichas y las otras que no pronunciamos, las volvería a ordenar y las dejaría salir, de tu boca, de la mía.
Ya sé, me dirás que eso de persevera y triunfarás no existe.
Que las oportunidades cuando se pierden no vuelven.
Entonces, ¿Por qué nos tratamos así, si no era nada?
Perdona, nunca quise que mis silencios te hicieran mal.
Estabas ahí parado,como siempre.
Diciendo cosas que me interesaban escuchar sin darme cuenta que me eran significativas.
Muchas palabras, muchas risas, muchas cosas compartidas.
Un sueño repentino, repetido y algunos gestos me hicieron empezar a dudar.
El día más triste del año pasado, supiste que hacer conmigo.
Me sentí cuidada, de repente, sin esperarlo.
Voy a sentirme agradecida por ese gesto siempre.
Aunque todavía no te lo haya dicho nunca,
a menudo nunca parece ser el momento correcto para decirlo.
Pasaron cosas extrañas que no supimos poner en palabras.
Las miradas que cruzamos a partir de ahí son un cumulo de palabras que quieren salir, pero no.
Y las que salen, son como dardos venenosos.
Todo es extraño.
A veces quiero charlar como antes, y caigo a cuentas que te extraño.
Desordenaría todas las palabras, las dichas y las otras que no pronunciamos, las volvería a ordenar y las dejaría salir, de tu boca, de la mía.
Ya sé, me dirás que eso de persevera y triunfarás no existe.
Que las oportunidades cuando se pierden no vuelven.
Entonces, ¿Por qué nos tratamos así, si no era nada?
Perdona, nunca quise que mis silencios te hicieran mal.
Nena. Qué perfección.
ResponderEliminarLas miradas que cruzamos a partir de ahí son un cumulo de palabras que quieren salir, pero no.
Y las que salen, son como dardos venenosos.
Desordenaría todas las palabras, las dichas y las otras que no pronunciamos, las volvería a ordenar y las dejaría salir, de tu boca, de la mía.
Me dejaste conmovida. Qué linda sos.
Ay, ese final...! Muy Kat! ;o) Muy sentido. Con todo lo que decís, claramente no quisiste que los silencios le hicieran mal. Sentí muy cercano eso de "Que las oportunidades cuando se pierden no vuelven / Entonces, ¿Por qué nos tratamos así, si no era nada?"... qué buena pregunta. A veces, no se aprovecha una oportunidad, pero se puede aprovechar otra. Lo importante es decir. Todo es algo. Que tus palabras se reordenen, salgan y lleguen a quien tengan que llegar.
ResponderEliminarBesos!
it´s nice ! feel varm inside !
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